Llevaba semanas buscando inflables en tonos suaves, porque casi todos los que ofrecían eran de colores muy fuertes y no me gustaban para las fotos. En Caritas Felices encontré justo lo que quería: inflables en tonos pastel, limpios y bien cuidados. Se notaba que estaban sanitizados y eso nos dio mucha tranquilidad. ¡Los niños lo pasaron increíble y las fotos quedaron preciosas!”